El conjunto de San Antonio, formado por ermita y vivienda, ocupa un solar de la calle Pérez Galdós y debe su existencia al alférez J. Rodríguez Castrillo, que en 1739 mandó construir una vivienda de tipo señorial con capilla privada.

Arquitectónicamente responde a la tipología de casa tradicional en dos alturas con la crujía de fachada cubierta de tejas a dos aguas y grandes huecos recercados en cantería con carpintería de guillotina. Destaca sobre la puerta, de dintel recto, un gran balcón volado y cubierto de madera de factura reciente. Junto a esta edificación se adosa la ermita de San Antonio, un volumen de una nave, cuyo espacio se utiliza para exposiciones puntuales. En su fachada, en hastial, abre el hueco principal de cantería con arco de medio punto, sobre el que abre otro hueco menor abocinado y con repisa.