En las proximidades de la carretera que lleva de Temisas a Santa Lucía se encuentran las Cuevas del Gigante, conjunto habitacional formado por tres cuevas artificiales de grandes dimensiones. Desde este enclave se aprecia una destacada panorámica del Risco Pintado, permitiendo una visión de conjunto que facilita la interpretación de los yacimientos descritos.

El grupo de cuevas da cuenta de la capacidad de los canarios para la transformación del entorno en el que habitaron. Dentro del conjunto, cabe destacar la cámara principal de grandes luces, abierta hacia el abismo exterior, que presenta dos salas comunicadas entre sí, a la que se llega desde una abertura en el techo, y una especie de escalera de caracol labrada en la toba. De esta manera, la entrada a la cueva se realiza bajando por un agujero excavado en el suelo, lo que no suele ser frecuente.

Su tamaño, la altura de los techos, así como su peculiar morfología, hacen que se planteen algunas dudas sobre la funcionalidad que pudo tener Cuevas del Gigante, ya que, al menos en apariencia, no responde al esquema descrito en otros lugares para las cavidades artificiales de habitación.