La ermita de San José de Las Longueras está localizada en una plaza con escalinata y sigue un tipo de planta frecuente en las islas para las ermitas de tradición mudéjar, con una sola nave de planta rectangular y sin arquería para formar el presbiterio, más otro cuerpo que se anexiona en el lateral derecho con función de sacristía.

La cubierta es a dos aguas sobre estructura de madera, con intradós de pares y tablazón como artesonado. El alzado se remata en hastial y se compone de un hueco adintelado con cornisa, una saetera abocinada rectangular, que se repite en los alzados laterales, y una espadaña de un sólo hueco que hace de campanario.

Todos los elementos compositivos son en cantería, al igual que las esquinas que han sido recientemente recuperadas. La primitiva ermita era del siglo XVII, pero fue reconstruida por Don Juan del Castillo tras un temporal en 1780. Asimismo, el edificio ha tenido una acertada restauración en 1987, que realizó el arquitecto Mario Martín Hernández.