El yacimiento de la Matanza está integrado por tres grupos de cuevas artificiales comunicadas entre sí por andenes y galerías excavadas en la toba. Su localización, en el entorno del Barranco de Las Goteras, presenta un acceso de cierta dificultad con pendientes acusadas.  

Organizado en tres niveles, en los que se reparten un elevado número de cavidades, destaca en este conjunto la magnitud de las cuevas y la existencia de "túneles" que conectan los tres espacios del poblado. Estos espacios presentan un notable índice de fragilidad debido al material en el que fueron elaboradas, lo que ha provocado la alteración, en parte, de la morfología primitiva de este enclave.

El topónimo que da nombre al conjunto parece tener su origen en los enfrentamientos que tienen lugar en esta zona con ocasión de la expedición portuguesa capitaneada por Gonzalo Pérez Martel (1393).