El presidente de la Corporación insular, Antonio Morales, visitó hoy el templo de la Villa Mariana, que este mediodía dio el pistoletazo de salida a las fiestas de Nuestra Señora del Pino, tras dos años de restricciones motivadas por la pandemia de la COVID-19. Durante el recorrido, pudo comprobar la buena marcha de las obras que se han desarrollado durante los últimos dos años en el templo y que financia la Corporación insular con 530.064 euros.

Antonio Morales, que estuvo acompañado por el alcalde de la Villa Mariana, Sergio Nuez Ramos, y por el párroco de la Basílica, Jorge Martín de La Coba, puso de relieve que el Gobierno insular “ha cumplido el compromiso que asumió de financiar unas obras que eran absolutamente necesarias para frenar el deterioro que estaba sufriendo este templo, que es de especial significación para los hombres y mujeres de esta Isla, para el patrimonio histórico, cultural, religioso de Gran Canaria”. 

Recalcó que los trabajos, “que están obteniendo unos resultados extraordinarios”, ya están ejecutados en su gran mayoría, agradeció la colaboración decidida que han prestado a la iniciativa la Diócesis de Canarias y del Ayuntamiento de Teror y sostuvo que “es fundamental que las instituciones hayamos actuado de manera coordinada ante la necesidad que presentaba un espacio como esta, de una relevancia singular para nuestra Isla”.

Y es que el proyecto ‘Restauración y reparación de cubiertas y saneados interiores de la Basílica de Nuestra Señor del Pino’ se ha nutrido de los 375.000 euros de subvención que concedió en 2019 y 2020 la Consejería de Presidencia del Cabildo a la Diócesis de Canarias, y con los que se han sufragado las intervenciones en las cubiertas de la torre y la cúpula, en la cantería, enfoscados y pintura de la fachada, en la cúpula interior y en el pavimento del inmueble.

Además, el Cabildo ha destinado 55.000 euros a confinanciar con la empresa Aguas de Teror la ya culminada restauración de las vidrieras del templo, junto a otras dos partidas de 66.447 y 33.617 euros para costear las labores que se acometerán para poner a punto el órgano de la Basílica y para restaruar las esculturas de San Ramón Nonato, Cristo Resucitado, Virgen de la Soledad, San Juan Nepomuceno y Dulce Nombre de Jesús, respectivamente.

Esta iniciativa volvió a recibir hoy el reconocimiento del alcalde de Teror, quien agradeció al Cabildo, al párroco y al arquitecto que ha estado al frente de la obra, José Miguel Rodríguez Guerra, la ligereza que se ha imprimido al proyecto. “Se ha hecho una buena intervención para preservar el patrimonio histórico, arquitectónico y religioso que tiene la casa de la madre de todas y todos los grancanarios”, afirmó Sergio Nuez, “para que acojamos a las y los peregrinos que se acercan a la villa, especialmente después de estos dos años que hemos estado sin fiestas, y para que podamos celebrarlas como se merece la Virgen del Pino”.

Por su parte, Jorge Martín de La Coba se refirió a “la imagen renovada que presenta la Basílica, gracias a la cooperación de las instituciones”, a las que mostró su agradecimiento. “El templo ofrece una cara espectacular para que este año podamos vivir en plenitud las fiestas y podamos atender a quienes se acercan a agradecer, a pedir y a suplicar a la Virgen del Pino”, concluyó el párroco.

Fondos para restaurar el Palacio Episcopal

La intervención integral que ejecuta el Gobierno de Gran Canaria en Teror se completa con la próxima ejecución del proyecto ‘Restauración y conservación del Palacio Episcopal de Teror’, que también se financiará con una subvención de 200.000 euros concedida por su Consejería de Presidencia a la Diócesis de Canarias.

En esta actuación, se desarrollarán tareas de demolición, saneamiento, albañilería, electricidad, fontanería, alicatado y revestimiento, pavimentos, carpintería de madera y metálica, aparatos sanitarios y pintura del inmueble.