Con el lema “Que no rayen tu pasado” el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria persigue sensibilizar y concienciar al conjunto de la ciudadanía sobre la importancia de conservar y proteger el frágil patrimonio que...

Con el lema “Que no rayen tu pasado” el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria persigue sensibilizar y concienciar al conjunto de la ciudadanía sobre la importancia de conservar y proteger el frágil patrimonio que conforman las manifestaciones rupestres de Gran Canaria.

Para ello se ha programó una actividad interpretativa, en colaboración con la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio, que consiste en dos visitas guiadas al Morro del Cuervo (Agüimes), donde se están desarrollando los trabajos de recuperación de la última agresión de que ha sido objeto uno de los principales paneles de este yacimiento.

El Servicio de Patrimonio Histórico ha apostado por reforzar las estrategias de difusión, educación y fomento del aprecio del patrimonio arqueológico grancanario como la herramienta más eficaz para garantizar su preservación. Por ello, se programan acciones como estas que propician  el conocimiento, visibilizan su gestión e invitan al compromiso social para su conservación. Se apela de este modo a la colaboración ciudadana, como fórmula coparticipada de la tutela de nuestro patrimonio arqueológico

La estación de grabados rupestres de Morro del Cuervo o Morro Chico se emplaza en la zona alta de la montaña de Agüimes, a unos 345 msnm, en un afloramiento rocoso con un gran dominio visual y que destaca con respecto al paisaje circundante.En este afloramiento basáltico se han identificado, al menos, seis paneles de grabados, ejecutados mediante un picado continuo y/o abrasión.

En general, las representaciones más abundantes son las figuraciones humanas, entre las que destaca el popularmente conocido como “hombre de Guayadeque”, que corresponde a un grabado antropomorfo sexuado de grandes dimensiones. Además, se constatan otras representaciones geométricas, principalmente incisiones lineales, que en parte pudieran tener un origen prehispánico, pero entre las que también se encuentran grabados más recientes.

En fechas recientes este yacimiento ha sido objeto de un nuevo acto vandálico: una o varias personas se dedicaron a rayar repetidamente el motivo antropomorfo central de este conjunto y, a la vista del resultado, se hace difícil pensar que no se era consciente del perjuicio ocasionado.

El Cabildo de Gran Canaria trata ahora de paliar el daño a estos bienes, no solo con los trabajos de restauración que va a poner en marcha, sino también con su principal apuesta por la protección del patrimonio arqueológico: la difusión. Solo desde la educación, el aprecio y el reconocimiento de este legado del pasado podrá garantizarse que atentados como este no se vuelvan a repetir. En este sentido, no puede olvidarse que el patrimonio arqueológico en Gran Canaria está constituido por bienes únicos y cada uno de ellos aporta información singular sobre las formas y condiciones de vida de aquellas gentes que vivieron en esta isla antes que nosotros.

Cualquier destrucción, alteración o daño que se les ocasione implica que perdamos parte de nuestra memoria, de nuestro pasado, de nuestra cultura, de nuestra identidad…pero también que se merme la posibilidad de seguir construyéndonos como sociedad en el presente.