Esta presentación se desarrolla en el convenio de concertación entre el Cabildo de Gran Canaria y El Museo Canario, en el que se establece un marco colaborativo que se materializa, entre otras cuestiones, en la celebración conjunta de actividades de difusión del patrimonio arqueológico insular.

El tipo particular de grabados que se incorpora a la exposición es característico del sur de Gran Canaria y se identifica por ser representaciones realizadas tanto en soportes móviles como fijos, en los que predominan fundamentalmente los motivos geométricos que fueron ejecutados, sobre todo, mediante incisiones profundas.

Tienen preferencia por localizarse en la mitad sur de Gran Canaria, con concentraciones destacadas en zonas como en las estribaciones de Amurga (cuyo inventario arqueológico se está actualizando en estos momentos), las rampas de Tauro (de donde procede la estela de Gamona) o en la zona alta del Barranco de Fataga.

El reconocimiento y estudio de este tipo de grabados rupestres es relativamente reciente, pues hasta hace muy poco tiempo la atención preferente de la investigación estaba copada por las manifestaciones en piedra tradicionalmente adscritas a los antiguos canarios (antropomorfos, inscripciones alfabéticas…). Sin embargo, a día de hoy, constituyen un foco de atención cada vez más importante.

La estela de Gamona es, sin duda, la “pieza estrella” de la nueva muestra. Se trata de una laja de grandes dimensiones en una de cuyas caras se realizaron numerosos grabados geométricos que cubren la práctica totalidad de su superficie. Fue levantada de su contexto original en la década de los 90, estuvo un tiempo expuesta y luego fue retirada por razones de conservación. Su incorporación a la exposición ha sido demandada de forma recurrente en las redes sociales debido a su excepcional interés y singularidad. Con la muestra que presenta el próximo 18 de mayo se da respuesta a esta demanda, si bien sumando a la pieza unos recursos museográficos que contribuyen a su adecuada explicación.

Completan la exposición tres piezas de dimensiones más reducidas con grabados incisos que fueron levantados en distintos contextos del sur de Gran Canaria a raíz de su hallazgo casual y la estimación de que corrían peligro de expolio si permanecían en el lugar en el que se encontraron. En estos casos la colaboración ciudadana ha sido vital para su localización y adopción de medidas preventivas, como también lo ha sido para incrementar sensiblemente el número de yacimientos con manifestaciones rupestres de la isla en los últimos años. Esta muestra es también un reconocimiento a la coparticipación ciudadana en la protección y conservación de estas huellas del pasado.

Las manifestaciones rupestres constituyen uno de bienes más frágiles del patrimonio histórico insular. La Ley de patrimonio cultural de canarias las ampara en la máxima figura de protección, al declararlas bien de interés cultural. Desde el servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria se apuesta por garantizar la preservación de este tipo de bienes, poniéndose en marcha diferentes iniciativas en este sentido, sobre todo aquellas con vocación divulgativa y educativa. Como recoge el ICOMOS en relación a esta celebración, “los museos tienen el poder de transformar el mundo que nos rodea. Como lugares incomparables de descubrimiento, nos enseñan nuestro pasado y abren nuestras mentes a nuevas ideas, dos pasos esenciales para construir un futuro mejor”.