Se trata de un área en el que la erosión natural dejó al descubierto una estratigrafía correspondiente a una antigua cueva de habitación prehispánica, que quedó sepultada por un derrumbe masivo. Pasado el tiempo, el mismo derrumbe sirvió como lugar de enterramiento, como así se deducía de la presencia de huesos humanos correspondientes al menos a dos individuos adultos, y cuyos restos habían quedado al descubierto por la acción de las lluvias. Los trabajos arqueológicos impulsados por el Servicio de Patrimonio Histórico se centraron en ambos depósitos arqueológicos, si bien se priorizó la recuperación de los enterramientos, toda vez que se trataba del material que tenía mayor fragilidad y riesgo de deterioro.
Los primeros indicios disponibles (relación con la estratigrafía prehispánica, otros hallazgos en la zona, etc.) llevaron a pensar que los enterramientos bien podrían corresponder a un aprovechamiento funerario de esta zona por parte de los antiguos canarios. Sin embargo, la intervención arqueológica pronto fue desvelando ciertos rasgos singulares en el hallazgo: se trataba en todos los casos de hombres, adultos y adultos-jóvenes, no amortajados y, como principal indicio revelador, algunos de ellos fueron enterrados bocabajo y aparentemente maniatados. El número de individuos identificados asciende a seis, dispuestos en puntos distintos, si bien en algún caso colocados unos sobre otros sin ningún cuidado en su disposición. Los cuerpos fueron cubiertos por grandes piedras del propio derrumbe, lo que ocasionó que en algún caso se fracturasen sus huesos. No se han identificado otros materiales, además de los humanos, que permitan una asignación cronológica-cultural a estos enterramientos, pero no hay duda de que se trata de unos depósitos muy singulares que requieren de una investigación de mayor profundidad.
Culminada la fase de trabajo de campo, en estos momentos están en proceso de estudio los restos humanos y se han seleccionado las muestras para su datación por C14 por lo que en unos meses se tendrán nuevos indicios sobre los que ofrecer una explicación a este hallazgo arqueológico.
Una de las primeras actuaciones del servicio de intervenciones arqueológicas de urgencia del Cabildo de Gran Canaria
El Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia del Cabildo cuenta por vez primera en su historia con un servicio de intervenciones arqueológicas de urgencia que agiliza los procedimientos de trabajo para dar respuesta a situaciones como las de Caleta. Los hallazgos casuales de materiales arqueológicos, las afecciones naturales o antrópicas sobre yacimientos arqueológicos, los problemas de conservación o de expolio, así como el desarrollo de intervenciones de distinta índole sobre el territorio, tanto públicas como privadas, pueden conllevar que, ante el peligro de destrucción o alteración del patrimonio arqueológico insular, deban ponerse en marcha actuaciones arqueológicas de emergencia que requieren de una inmediatez que garantice la adecuada protección de este tipo de los bienes. Dichas actuaciones arqueológicas perseguirían garantizar el salvamento, conservación y adecuada documentación de los bienes muebles e inmuebles afectados por cualquier circunstancia que ponga en peligro un yacimiento arqueológico o cualquier de los elementos que lo integran.
En estos casos la colaboración ciudadana es imprescindible para garantizarla una adecuada protección y documentación de unos hallazgos arqueológicos que, como ejemplifica el caso de Caleta de Arriba, puede aportar información novedosa sobre la historia de Gran Canaria.
Ficha técnica de los trabajos:
- Realización de los trabajos de campo: marzo-abril de 2023
- Empresa responsable: Tibicena Arqueología y Patrimonio
- Actuación: Servicio de intervenciones arqueológicas de urgencia del Cabildo de Gran Canaria