Este ingenio azucarero, localizado en los Llanos de San Gregorio del municipio teldense, es un yacimiento arqueológico vinculado a la etapa colonial, integrado por restos de estructuras arquitectónicas emergentes, depósitos sedimentarios que contienen evidencias arqueológicas de distinta naturaleza y que pueden ocultar estructuras subyacentes, y el conjunto de acequias y cantoneras de reparto de la Comunidad de Regantes de la Vega Mayor de Telde, vinculadas a la acequia de la misma heredad.
La Corporación insular ya tramitó ante la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, el expediente para declararlo Bien de Interés Cultural, en marzo de 2018, pero, al transcurrir el plazo de 12 meses desde su incoación, la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Ejecutivo regional, dando cumplimiento a lo establecido en una sentencia del Tribunal Constitucional, declaró su caducidad y resolvió que no podría volver a incoarse hasta dos años después. Ahora, el Cabildo traslada de nuevo el Decreto de inicio de esta declaración BIC a la Administración autonómica, a fin de que se proceda a la anotación con carácter preventivo en el Registro de Bienes de Interés Cultural.
Desde el Servicio insular de Patrimonio Histórico se vuelve a ensalzar este bien como uno de los pocos testigos de la arquitectura industrial azucarera de los siglos XV y XVI existentes en Gran Canaria, y uno de los escasos ejemplos de arquitectura civil e industrial de los inicios de la presencia europea en la Isla. Por ello, es considerado una pieza clave para estudiar, comprender y valorar el patrimonio perteneciente a ese período, así como para conocer y visibilizar las relaciones de dominación y explotación inherentes a los procesos de colonización, mientras que, al mismo tiempo, se convierte en un hito en la defensa y en la sensibilización de los valores, en sentido amplio, del patrimonio cultural.
En concreto, los elementos arquitectónicos del ingenio azucarero de Los Picachos están conformados, en su zona noroeste, por dos pilastras y el arranque de otras dos, y por varios muros construidos en mampostería de cantos, sillares y mortero de cal. Al sur de esas estructuras, se halla un paquete sedimentario correspondiente a zonas de cultivo abancaladas, en el que se aprecian distintos materiales arqueológicos, como numerosos fragmentos cerámicos de formas azucareras, y donde se cree que puede haber más elementos sepultados. Y, al noreste, se distribuyen las cantoneras de reparto de la Comunidad de Regantes de la Vega Mayor de Telde.
Por tanto, al contar con parte de la estructura, una zona de potencialidad arqueológica importante y construcciones hidráulicas ligadas al ingenio y a la acequia del mismo período que movió dicha industria, Patrimonio Histórico califica este yacimiento como un complejo excepcional para la investigación y el conocimiento histórico y social de Gran Canaria, así como para la puesta en valor del patrimonio asociado al proceso colonizador europeo de la Isla y de su principal motor económico: la industria azucarera. A este respecto, indica que estos restos arqueológicos complementan la información que aportan, al menos, otros dos enclaves relacionados con la industria azucarera de finales del siglo XV a mediados del XVI, localizados en Agaete y en Santa María de Guía.
Y junto a estos testimonios materiales, el Servicio también pone de relieve la trascendencia del yacimiento por su contenido inmaterial, ya que los restos de los ingenios azucareros suponen hoy uno de los pocos vestigios materiales conservados que se pueden asociar a la memoria de la trata de personas y de la esclavitud en la Isla, dado el uso de mano de obra esclava en estas infraestructuras.
Por último, recalca que este bien se ha convertido en un referente histórico y territorial que forma parte de la configuración de la identidad de las vecinas y los vecinos del lugar, así como de la implicación ciudadana en la defensa del patrimonio histórico, en la que reconoce la actividad del colectivo 'Turcón-Ecologistas en Acción', por su actuación en su protección y divulgación.
Intervenciones controladas
Así, se solicita que el ingenio azucarero de Los Picachos sea categorizado como Zona Arqueológica, por ser un "lugar donde existen bienes muebles o inmuebles de interés relevante para la historia de Canarias, cuyo estudio y valoración requieran la aplicación de la metodología arqueológica", como dispone el artículo 23 de la Ley 11/2019, de 25 de abril, del Patrimonio.
Y, para su preservación, una vez iniciado de oficio el expediente y mientras dure su tramitación, se le aplicará el régimen de protección previsto para los bienes ya declarados como de interés cultural y su entorno. De este modo, solo se permitirá la realización de las obras y actuaciones que deban llevarse a cabo por fuerza mayor, y aquellas de conservación y consolidación que sean indispensables para preservar sus valores patrimoniales.
Particularmente, será necesaria la autorización del Cabildo de Gran Canaria, para desarrollar cualquier intervención, interior o exterior, o el cambio de uso. De esta forma, en los inmuebles situados en los entornos de protección, las acciones en el exterior, las obras de nueva planta, las instalaciones y los cambios de uso precisarán autorización previa de la Corporación insular.