Recuperados gracias a la ayuda ciudadana los restos de un hombre y una mujer en excelente estado de conservación. La prospección superficial del análisis permitió inventariar también cuevas con distintos usos y los restos de un neonato

El servicio de intervenciones de urgencia del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, dependiente de la Consejería de Presidencia y Movilidad Sostenible, ha permitido la documentación y recuperación de un depósito indígena en el barranco de Guayadeque datado entre los siglos XII y XIII integrado por los restos en excelente estado de conservación de un hombre y una mujer, ambos en edad adulta, así como testimonios diversos de las envolturas de fibras vegetales empleadas en su amortajamiento.

Los indicios apuntan a que esos materiales fueron trasladados a la cueva en la que fueron hallados en un momento relativamente reciente, probablemente con el ánimo de ocultarlos o protegerlos. Ello explica que fueran identificados en un conjunto de cuevas naturales, en concreto en una pequeña cavidad asociada a un espacio doméstico de mayores dimensiones.

Para contextualizar el hallazgo, se procedió a una prospección del entorno inmediato del lugar, inventariándose distintos elementos de interés patrimonial como cuevas empleadas para vivienda, espacio funerario, lugar de almacenamiento, entre otros, usos.  

Entre los resultados de la prospección superficial del conjunto hay que destacar el hallazgo de los restos de un individuo recién nacido en la superficie de una de las cuevas de habitación, fechado por C14 en el siglo  XIII. En otros contextos de Gran Canaria se han identificado ejemplos similares, muy posiblemente como muestra de una práctica sepulcral reservada en ciertos momentos a las personas fallecidas a una edad muy temprana o en torno al momento final de la gestación.

De nuevo ha sido la colaboración ciudadana la que ha permitido tener conocimiento de este depósito singular y la que ha posibilitado que desde el Cabildo de Gran Canaria se tomaran medidas preventivas de cara a evitar los riesgos de conservación que presentaban.

Este compromiso ciudadano ha propiciado que en los últimos años se incrementase el número de yacimientos incluidos en el inventario de Gran Canaria y que se pudieran poner en marcha diferentes mecanismos para garantizar la conservación de aquellos con mayor riesgo de alteración por parte del Cabildo. Desde la institución se recalca la importancia de informar de inmediato y de no alterar los hallazgos de índole arqueológica ni su entorno.

En este caso, los restos humanos del hombre y la mujer hallados fueron colocados con cierto orden y protegidos por una sencilla estructura de piedra. Sobre ellos se dispusieron los tejidos de juncos que muy posiblemente envolvían los cadáveres en su lugar de origen.

El equipo de Patrimonio Histórico y de la empresa Tibicena, Arqueología y Patrimonio procedió a la documentación y levantamiento de los materiales y en la actualidad se encuentran en proceso de estudio para determinar las principales características físicas de ambos individuos, paso previo a su traslado al Museo Canario. El C14 sitúa entre el siglo XII y XIII el fallecimiento del varón.