La pequeña ermita de San Sebastián fue construida en el siglo XVII por el capitán Alonso Imperial y está situada en el barrio del mismo nombre, en las cercanías del centro urbano de la Villa.
La edificación tiene una planta rectangular con cubierta a tres aguas de torta y un artesonado interior decorado y realizado en madera, usando estilemas mudéjares. La fachada es de sillares y tapial, entre pináculos, y se remata por una espadaña con remate en ojiva. La puerta abre con dintel de medio punto de dovelas de cantería. En su interior se encuentra la imagen escultórica de San Sebastián, realizada por Luján Pérez.