Igualmente, la cal es otro producto que se vende a islas donde escasea, como La Palma y Tenerife, comercio que se regula con ordenanzas específicas. Por otro lado, eran numerosos los hornos de cal repartidos por la geografía insular de Gran Canaria, muy renombrada era la calera de Teror.
Los hornos de tejas ven como su actividad va decreciendo según se va imponiendo la más segura y firme teja francesa. El ladrillo se emplea poco en la arquitectura canaria, aunque es precisamente en Gran Canaria donde más se utiliza. Los muros son mayormente de barro, cal y piedra, en ocasiones reforzados con pelos o excrementos de animales o con cañizo, y la cantería se concentra en las fachadas y los patios Las cubiertas de azotea constituyen otro elemento característico, con techos de torta hechos de barro y cal. El otro sistema, las cubiertas de teja, convive con el anterior y se difunde especialmente por el norte y centro de la Isla, en las zonas más lluviosas.