El Patrimonio Industrial canario constituye un variado conjunto de bienes que, en otro tiempo, crearon las actividades industriales, las cuales, junto a las labores de extracción, abastecieron los mercados interiores y exteriores. Todas estas manifestaciones implican una larga evolución, así como la mezcla de saberes y tecnologías. Unas tienen origen en la sociedad aborigen, que más tarde van recibiendo influencia exógena, mientras que otras son nuevas.
Se conforma de elementos relacionados con la extracción y/o transformación de recursos naturales para uso diverso en la sociedad tradicional (cal, carbón, brea, etc).
A todo este proceso industrial canario, se unen elementos procedentes de las áreas de los mercados adonde se exportan los productos en cada ciclo económico histórico (azúcar, vino, cochinilla, plátanos y tomates), así como los que llegan desde la otra orilla del Atlántico, por conexión con América, como es el caso de la industria tabaquera y del ron de caña. En este conjunto patrimonial están los oficios del ayer, unos desaparecidos (orchilleros, resineros, arrieros…), y otros que subsisten fuera de su contexto original, como son las artesanías tradicionales (calados, cestería, cuchillería…), cuya producción se destina a usos distintos a los de antes, y los oficios que tienden a recuperarse de cara a restauraciones (mamposteros, pedreros, canteros, caleros, carpinteros…).