Las dificultades orográficas de Gran Canaria no fueron impedimento para llevar el agua desde los nacimientos hasta los terrenos de cultivo, para lo que se emplearon, en los casos necesarios, túneles y acueductos de diferente naturaleza.
En esta comarca aún se conservan 16 acueductos para salvar el cauce de los barrancos. Algunos se conservan todavía activos, como el interesantísimo Acueducto de Tara, de 4 arcos, que data del siglo XVIII y ubicado en el fondo del barranco de La Cantera, en su unión con el Barranco Real.
En Telde tenemos el Acueducto de San Francisco, del siglo XIX, ubicado en su conjunto patrimonial protegido. El Acueducto de San José de Las Longueras es uno de los más importantes, por su valor arquitectónico y facilidad de acceso, dentro de un conjunto hidráulico cercano, integrado por la Acequia Real y sus lavaderos, diseñado por el ingeniero teldense don Juan León y Castillo. Se trata de uno de los acueductos de mayores dimensiones de la Isla, en obra de fábrica con mampostería, cantería de colores cálidos claros y dovelas de barro cocido donde, por su cromatismo, resaltan los cuatro arcos apuntalados y los pilares.