Una de las construcciones más notables del centro histórico de Agüimes es la que fue casa solariega propiedad de Agustín Manrique de Lara y del Castillo Olivares, situada entre las calles Progreso, Retama y Barbuzano, conocida como la Casa de Los Camellos.
Restaurada y rehabilitada recientemente como hotel rural, la construcción original data del siglo XVII. El nombre deriva de los animales que tenían allí su establo para el trabajo agrícola.
El cuerpo principal lo forman dos bloques con planta en "L" y enfrentados, que definen un bello patio interior cerrado por una tapia y en torno a un jardín, disponiendo además de patio de servicio. Los cuerpos edificados son de dos alturas, con cubierta de tejas a cuatro aguas y galerías de madera sobre pies derechos, que muestran su valor arquitectónico en el interior del patio principal. Tiene la particularidad de que las fachadas se desarrollan hacia el interior, con carpinterías de madera en huecos que están recercados de cantería.