En la esquina de las calles Progreso y Párroco Pérez Sosa está la vivienda que fue de Manuel Romero Hidalgo y que se conoce hoy como Casa de los herederos de los Romero. Una casa solariega de las pocas que quedan datables del siglo XVII, de pequeñas dimensiones y ejemplo destacado de la tipología más usual en aquel momento.

Se trata de una sola crujía de dos plantas y cubierta a dos aguas, con el hastial perpendicular a la calle Pérez Sosa y con un gran portón que da acceso a un patio cerrado por una tapia, que es la fachada a la otra calle. Sobre este patio se dispone una galería que ordena las estancias de la planta alta, sobre pies derechos, zapatas y con barandilla de balaustres torneados, todo de madera. En la fachada principal dos huecos con antepecho y dintel se abren en un paño único de cantería, del mismo modo que el portón, coronado por un labrado guardapolvo de sillería.