En los límites del desaparecido convento de Santo Domingo existe una construcción del siglo XVII, las Casas de Alejandro Hidalgo, desde donde parte la vía de enlace con El Barrio alto, hoy calle Alejandro Hidalgo, probable lugar de residencia de los primeros peninsulares llegados a Agüimes.

La Casa de Alejandro Hidalgo, es uno de los patricios de la ciudad; construcción que posee ahora una única crujía de dos alturas con una cubierta a dos aguas, destaca por sus elementos del tardío gótico "manuelino", característico por el uso de huecos altos en la fachada, con repisas profusamente labradas con sogueado y taqueada.

Junto a esta edificación, la Casa del Tallero es un modelo urbano del siglo XIX de dos alturas, situada en un solar de esquina que ocupa toda la fachada. Sobre una superficie trapezoidal deja en la crujía interior un patio con galería sobre dos soportes y con una escalera de cantería junto a la medianera. La fachada principal es simétrica, de seis huecos rectangulares recercados en cantería, que usa también la piedra en el zócalo y los sillares de esquina.