En los números 76, 78, 80 y 82 de la calle Triana destaca especialmente un conjunto de edificios que identificamos como Casas Modernistas. Estos edificios son construcciones de la primera década del siglo XX, y producto de la última realineación de la calle Triana, donde se borraron las dos curvas que tenía en sus lados norte y sur, eliminándose los edificios fuera de alineación.
Se trata de un conjunto que refleja una determinada cultura burguesa comercial, con gran calidad arquitectónica y afín a los principios estilísticos europeos contemporáneos. Los edificios señalados ocupan toda la parcela según el tipo de casa, que se ordena en planta rectangular –de dos o tres pisos– para vivienda y bajo comercial.
Se estructura el espacio interior en varias crujías paralelas a la fachada con dos variantes: la primera con el sistema escalera patio en segunda crujía, en la medianera, y un corredor central a partir de la primera crujía (números 76, 78 y 82); la segunda con la escalera-patio centrada como eje de toda la distribución (número 80).
En la fachada del número 78 (de Laureano Arroyo, 1908) contrasta la planta baja, con pilares de fundición, con los huecos altos de herradura y remate de frontón curvo con arquerías de mortero. En la del número 80 (Laureano Arroyo, 1908) se destaca las molduras de los huecos y el trazado de líneas en el perfil de los balcones y se remata con un gablete, mientras sobre el pretil se colocan pináculos. Los números 76 y 82 (de Fernando Navarro, 1907) presentan composición simétrica, jugando con diferentes tipos de huecos por planta que remiten a formas florales, en el mejor modernismo de la ciudad en los años iniciales de ese estilo.