Uno de los conjuntos más curiosos de esta comarca es, sin duda, el conocido como Castillete de Tabaibales, sito en las inmediaciones de Veneguera. Su especial configuración arquitectónica explica de forma determinante el topónimo que designa a este enclave.

Se encuentra en el margen derecho del barranco del Perchel, sobre un morro traquifonolítico que se eleva unos 500 metros sobre el nivel del mar, a unos 2 kilómetros de la línea de costa. Para acercarse al yacimiento en coche es necesario recorrer la carretera que conecta Mogán con Veneguera, por el interior de una finca privada, por lo que se precisa obtener el correspondiente permiso.

En la cima de esta elevación se hallan dos grandes estructuras de habitación de planta circular y 4 metros de diámetro rodeadas por una gruesa muralla de lajas que alcanza, en algunos sectores, los tres metros de altura. Al pie de la muralla existían otras construcciones de similar tipología, aunque en peor estado de conservación, que S. Jiménez Sánchez describía en 1946 señalando que "al pie de la muralla exterior que da a la construcción el aspecto de auténtico castillo, de ahí el nombre de Los Castilletes, descubrimos varios vestigios de otras viviendas medio arruinadas en las que perfectamente se aprecian no sólo su planta, sino sus murallas circulares de lajas".

Es muy particular el excelente acabado del interior del muro de las habitaciones, cuyas piedras encajan perfectamente unas con otras, sin espacios intermedios. A poca distancia del recinto amurallado se localizaban cinco túmulos con torreón central sobre una plataforma circular, todo ello de lajas, y un recinto de planta circular que ha sido interpretado tradicionalmente como un tagoror.

El yacimiento de Los Castilletes exhibe algunas características (muralla, ordenación de las edificaciones, torretas, etc.) que lo distancian de la valoración genérica de poblado o, al menos, en los mismos términos que han servido para definir a otros ámbitos domésticos.