El Castillo de La Luz es de planta cuadrada y con dos cubelos circulares colocados en la diagonal este-oeste, además de una garita en el ángulo norte. Tiene tres pisos y está rodeado por un foso. El acceso se realiza por un pequeño puente de madera bajo un arco de medio punto, el único hueco en todo el macizo. Al patio se entra a través de tres puertas. En el levantamiento que hizo el ingeniero Antonio Riviere (1742) tenía la plaza de armas anexa y en forma apuntada, en su lado norte. Ha tenido varias restauraciones, donde se han realizado importantes trabajos de excavación arqueológica, para convertirlo en un edificio polivalente con predominio de uso museístico.