Una muestra evidente de la importancia política de la Vega de Gáldar durante la Prehistoria de Canarias lo constituyen los barrios que se levantaban en los alrededores de la capital galdense. El topónimo aborigen Facaraca designa a un conjunto de grandes cuevas vinculadas entre sí.

La tradición sitúa aquí la vivienda de Gumidafe, consorte de la reina Attidamana (según Torriani) o Andamana (según Viera), y míticos fundadores del linaje de los Guanartemes. No obstante, su interés histórico estriba en el hecho de que aquí se convocaba el Sabor, especie de Consejo, que reunía a los guayres o jefes de las distintas tribus o cantones de la isla, junto con la jefatura máxima, el Guanarteme o Guadarteme.