El Molino de Agua de La Ladera está en el interior del valle, en el cruce de la carretera de Mogán. Fue un molino de agua muy importante, su expectante inauguración, a las 13 horas del 5 de noviembre de 1898 acabó trágicamente con el derrumbe del cubo, que mató a un niño de 13 años y dejó varios heridos.
La obra de fábrica conlleva cuatro módulos bien diferenciados: el cubo, la sala del molino, el desagüe subterráneo (hoy obstruido) y un cuarto anexo, todos de mampostería de piedra y barro, a excepción del interior del cubo que aparece recubierto con mortero de cal y arena.
La maquinaria de molturación y accesorios son similares a los de los restantes molinos de Gran Canaria, aunque lleva dos ruedas con sus correspondientes muelas.
Dejó de funcionar a mediados de los años cincuenta y quedó en progresivo abandono hasta su adquisición por el Ayuntamiento, que lo rehabilitó en 1998.