Gracias a la Fundación Teatro Pérez Galdós, hemos podido conocer el Teatro por dentro .
El Teatro, llamado Tirso de Molina en un principio, se comenzó a gestar en el año 1866. Curiosamente se trata de una iniciativa privada, a diferencia de la mayoría de los edificios de uso público.
Se inauguró en el año 1888 y tuvo muy mala fama al principio, debido a su ubicación. En esa época el mar rompía prácticamente en uno de sus laterales y enfrente había un mercado, una pescadería, un matadero… Pero los terrenos habían sido cedidos por el ayuntamiento, y a caballo regalado…
Los comienzos fueron duros. Incluso se le recomendaba a los asistentes que se trajeran una silla de casa para estar más cómodos. Aunque había a quien le resultaba de lo más entrañable, como al reputado compositor Camilo Saint-Saëns, que en sus largas temporadas en Gran Canaria siempre terminaba recalando por el teatro. En 1918 el edificio sufrió un terrible incendio del que sólo sobrevivió la estructura. El arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre se encargó de dirigir la rehabilitación y su hermano Néstor de la decoración del edificio.
Llegado el año 2000, el teatro Pérez Galdós se ve obligado a cerrar sus puertas para ser restaurado. El antiguo edificio existente es respetado íntegramente, ya que el inmueble estaba catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Adyacente al antiguo teatro se construye un nuevo módulo para la caja escénica, oficinas, camerinos y otros servicios que responden a las exigencias actuales. Se instala aire acondicionado, se incluye un ascensor para personas con discapacidad, se usan materiales ignífugos, etc.
Debemos sentirnos orgullosos por esta pequeña joya ubicada en el barrio de Triana, en Las Palmas de Gran Canaria.