De entre las viviendas de la Vega de San Mateo destaca la edificación de la finca El Vinco, en la carretera de La Lechuza, una construcción que debió pertenecer a un propietario agrícola medio y cuyo uso pudo ser vacacional. También son llamativas por su arquitectura las viviendas número 6 y 8 de Lomo Caballo, un conjunto que mantiene intactos los componentes de diseño y estructuras originales y en el que resalta la belleza del patio como elemento organizador.

La vivienda de El Vinco sigue la tipología lineal y se desarrolla en dos plantas que, en origen, eran para cocina y almacén en planta baja y para las dependencias de habitación en la alta. La cubierta es con tejas a dos aguas y sobre estructura de madera de par y nudillo. El sistema constructivo es el tradicional de la arquitectura popular de las islas pero, en este caso, tiene sillares en la cabecera de los muros, a modo de trabazón.

En la fachada delantera se encuentra una balconada de madera, soportada por pilaretes también de madera, que vuela de testero a testero y que se cubre con la caída del alero. Los accesos son por esta fachada delantera, que da a un patio abierto con abundante vegetación. En la fachada opuesta se localizan los huecos de ventilación.

Al conjunto de Lomo Caballo se accede a través de un patio que las distribuye. Los cuerpos principales tienen dos plantas de altura y se cubren con cubiertas de tejas a dos aguas sobre estructura de par y nudillo. Una de las cubiertas se prolonga para cerrar la galería totalmente, resuelta en madera. Los huecos de acceso dan exclusivamente al patio interior del conjunto y las ventanas, con carpinterías de madera, se abren tanto al interior como a la parte trasera. El conjunto mantiene intactos los componentes de diseño y estructuras originales. El patio se conserva en perfectas condiciones y es pieza fundamental para entender el conjunto.