La advocación Mariana en el municipio de Santa María de Guía se remonta al siglo XVI, fecha en la que el conquistador Sancho de Vargas levanta una ermita dedicada al culto de la Virgen María. La Fiesta de la Rama de Las Marías tiene su origen en las promesas (votos) que los campesinos de la comarca realizaron a principios del siglo XIX (1811) para ofrecerle ramas de árboles y frutos como rogativa ante la plaga de langosta que estaba acabando con los cultivos.

La promesa recibió el nombre de Voto de Vergara, ya que fue en esta misma montaña donde los campesinos realizaron el compromiso de celebración. Esta plaga se vio reforzada con la epidemia de fiebre amarilla que provocó una elevada mortalidad en la isla y en el municipio de Guía. Esta etapa de calamidades fue recogida en distintos textos por diferentes autores, favoreciendo su registro en la memoria colectiva de la comunidad insular.  

A lo largo del siglo XIX la fiesta aparece también bajo el nombre de Fiesta de los Ramos, y la fecha se situó en el último cuatrimestre del año; ya bien entrado el siglo XX es cuando se fija en el tercer domingo de septiembre.

Existen varias referencias documentales de solicitudes de vecinos y parroquia para extraer Ramas de la celebración en montes públicos como los pinares de Artenara. Las especies más empleadas en la Fiesta son el pino y el eucalipto, a las que añaden otras como poleo, incienso e hinojos, además de frutas y verduras que adornan los ramos. Una vez preparadas las ramas de la fiesta, se inicia en los altos de la Montaña de Vergara, donde se concentran los particulares. Durante el recorrido hasta la iglesia matriz, los feligreses hacen sonar los bucios, que rememoran la práctica de espantar las langostas mediante el ruido. Además del sonido de las caracolas en la fiesta participan también los tambores y cajas de guerra, que tiene su origen en el antiguo Regimiento de Guía, cuyos militares hicieron sonar su percusión reforzando el fervor de la celebración.

La Rama de las Marías es la más antigua de Gran Canaria, ya que los registros históricos no tienen referencias tan anteriores para otras Ramas. En este sentido “La Rama” de Guía se puede decir que es, documentalmente y hasta el momento, la primera de Gran Canaria frente a otras “Ramas” surgidas por mimetismo con la de Guía.

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