En el año 1962, la vetusta ermita de San Bartolomé de Fontanales no cumplía con las condiciones necesarias espaciales y de conservación para mantener su actividad parroquial. Debido a ello, el párroco Juan Díaz Rodríguez junto a algunos vecinos, crean la comisión para la construcción de un templo que supla las necesidades anteriormente comentadas.
La Parroquia de Fontanales no necesitaría eliminar la ermita para aprovechar su espacio, sino que la nueva obra ocuparía otro lugar dentro del pueblo, a modo de rentabilizar el espacio y conservar el testimonio histórico y artístico de la primitiva casa de oración del pueblo.
Las obras de construcción del nuevo espacio se prolongaron desde 1964 hasta 1974, cumpliendo su función de arquitecto José Sánchez Murcia, fallecido durante el proceso, y el aparejador Victorio Rodríguez Cabrera.
La nueva iglesia, bendecida el 18 de agosto de 1974, posee un amplio repertorio patrimonial mueble digno de mención, correspondiendo a las imágenes religiosas de la Inmaculada Concepción, San José, San Antonio de Padua, Santa Lucía, Sagrado Corazón de Jesús, María Auxiliadora, el Calvario y los cristos yacente, Nazareno y atado a la columna, todas imágenes de talleres contemporáneos. La imagen de San Bartolomé, originada por la gubia de José Luján Pérez, es la pieza más antigua e interesante de las expuestas al culto en la nueva iglesia.
El espacio conserva dos retablos tallados; por un lado, el retablo de las Ánimas del Purgatorio y por otro, el retablo del Calvario).
EL RETABLO DEL CALVARIO
Establecido en la nave de la Epístola, este retablo realizado en madera de samanguila tiene como objetivo entronizar las imágenes del Calvario de la Iglesia, es decir, Nuestra Señora de los Dolores, el Cristo Crucificado y San Juan Evangelista. La composición de la obra está formada por dos planos. El ámbito inferior se resuelve con un banco o predella con aspectos decorativos ejecutados en altorrelieve que representa a los cuatro evangelistas con sus respectivos tetramorfos. El gran vano desarrollado para ser ocupado por las imágenes sirve de antesala para comentar el ático. El segundo plano o ático del retablo está configurado con una gran estructura lignaria de forma semicircular con rayos y coronado por el triángulo, anagrama de Dios Padre, cuya representación se encuentra en la parte superior con los brazos abiertos y semblante serio.
José de Armas Medina también intervino en la parroquia de Fontanales con la ejecución de la urna del Cristo yacente, cuya obra ostenta aspectos similares con la urna realizada para el Cristo del Fuego de la iglesia parroquial de la Vega de San Mateo.
SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL
Ubicada en el nicho principal del altar mayor del templo homónimo, la imagen del titular es la de mayor valor artístico e histórico del pueblo de Fontanales. El patronazgo de San Bartolomé está unido a la historia del lugar desde 1635 cuando es erigida la primera ermita en su honor, cuya representación originaria del Apóstol hoy se encuentra desaparecida. Hacia el año 1800 se encarga una nueva imagen al imaginero José Luján Pérez, artista relacionado familiarmente con el pueblo de Fontanales. La imagen pudo ser donada previsiblemente por Pedro Bravo de Laguna.
El santo está representado en actitud marcial con el característico cuchillo en su mano derecha, símbolo inherente del martirio de San Bartolomé, mientras que el otro brazo intenta recoger los ampulosos paños con los que está ataviado al tiempo que sujeta un libro, dando un interesante carácter de movimiento a la pieza.
La fiesta principal de San Bartolomé tiene lugar cada 24 de agosto.