En la esquina de la calle Tenesor Semidán y plaza de los Faicanes se levanta la Casa Henríquez, una vivienda de planta irregular de dos alturas, con un patio centrado abierto.

Construida a lo largo del siglo XVIII, se trata de un ejemplo notable de la arquitectura tradicional, con impronta compositiva neoclásica, según vemos en el alzado simétrico que se estructura entre pilastras laterales, con los huecos dispuestos a partir del eje puerta-balcón.

Todos los elementos compositivos (pilastras, enmarque de hueco adintelado, cornisa y línea de pretil) son en cantería, mientras que el volado tiene un antepecho de rejería, y destaca la carpintería, que es de cojinete con tablas simples. Durante años, fue cuartel de la Guardia Civil, conservando un uso público como centro ocupacional y centro de profesores del norte.