La Finca de Osorio es una propiedad agrícola del Cabildo Insular que alberga el Aula de la Naturaleza desde 1986. En la finca quedan aún restos degradados de laurisilva de la antigua Selva de Doramas, declarada como Parque Natural y ejemplo del patrimonio etnográfico de la Villa.
Además de la finca y de los jardines, interesa visitar la casa, situada a unos cuatrocientos metros de la entrada de la finca, un edificio a caballo entre finales del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, con algunos añadidos posteriores.
Su planta cuadrangular se forma por crujías de dos plantas, cubiertas de teja sobre estructura de parhilera y que, por su disposición en el sentido transversal y longitudinal, deja varios patios en segunda crujía. De entre estos destaca el principal, con una galería de madera cubierta de tejas sobre pies derechos de madera con base de cantería. El alzado principal se diferencia por la composición, alturas, tipos de huecos y carácter. Así, la del cuerpo principal se compone con una galería en horizontal en dos plantas de pilastras de piedra en planta baja y huecos moldurados con carpintería de guillotina en la planta alta, más una línea de cornisa y un remate con filete. A este volumen se añaden unos cuerpos compuestos en vertical, a modo de torreones, con las cubiertas a cuatro aguas y enmarcados con pilastras de cremallera. Aquí los huecos son marcadamente decimonónicos, con arcos rebajados de clave resaltada.
Esta variada composición muestra una casa de campo de verano, con sus patios y galerías de madera, junto a torreones que apuntan a ciertas tradiciones europeas. Otras partes del edificio se destinaban a las funciones agrícolas, como almacenes de grano, cuarto de papas y cuarto de queso.