La Iglesia de San Juan Bautista de Arucas está en trámite de pertenecer a la lista de Bienes de Interés Cultural de Canarias en la categoría de ‘Monumento’, al entender que el inmueble es uno de los pocos ejemplos de arquitectura neogótica tardía existentes en Canarias.
Según destaca el informe, el edificio presenta una “arquitectura singular, con unidad de estilo, y escala monumental, con excepcional tratamiento en la labra de la piedra ejemplo sobresaliente del oficio y el trabajo de los labrantes de Arucas. Como parte de esta valiosa obra arquitectónica hay que mencionar las vidrieras por su unidad de estilo, belleza y calidad artística”. Asimismo, en el informe, que supone el trámite para lograr la inclusión del edificio como BIC, se han vinculado los bienes muebles más significativos del interior del templo.
La impronta de este edificio, popularmente conocido como ‘la catedral de Arucas’ por parte de la población de la isla, tiene relación directa con la historia reciente del municipio y es una consecuencia de la expansión económica del norte grancanario vinculada a la generalización del cultivo del plátano, por lo que a su indudable valor arquitectónico y artístico hay que sumar su papel como reflejo de la historia municipal.
El proyecto de San Juan Bautista es de 1908, la primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1909, día de San José, y fue abierto al culto el mismo día del año 1917, aunque la construcción principal se prolongaría hasta 1932. La dirección de obra de la fábrica principal se le encargó al arquitecto gran canario Fernando Navarro y Navarro (1864-1925).
La construcción de la ampliación de la Torre Campanario se prolongó de 1932 a 1977, quedando interrumpida durante mucho tiempo, y retomándose en 1962, años después de la finalización de la estructura principal de la iglesia.