La cantería de Arucas es conocida desde los primeros siglos de la colonización europea y generó a lo largo del tiempo una vieja tradición y técnicas transmitidas de padres a hijos, centrada en los barrios de El Cerrillo y La Goleta.
La alusión a la emblemática piedra gris-azulada de Arucas, es constante en las guías de arquitectura del municipio, en relación con arquitecturas domésticas, religiosas, públicas e hidráulicas, obras de ingeniería, tallado artístico, etc. Una piedra que, desde El Puertillo, se embarcaba en veleros hacia otras islas, incluso llegando hasta el Nuevo Mundo. En Canarias son muchas las obras arquitectónicas que utilizan la cantería de Arucas, el ejemplo más notable lo constituye la obra neogótica de la iglesia de San Juan en esta ciudad.
De la docena de canteras que tenía este municipio, las más importantes estaban en La Fula (de fractura rugosa y color blanquecino), en El Cerrillo-Los Callejones y en El Lomo de San Pedro (de granos cristalinos y color gris azulado). Las canteras están situadas a pocos metros del centro histórico de la ciudad, en la cercana zona de El Cerrillo, en el Camino de Los Callejones.
En el número cuatro del Camino de Los Callejones encontramos una cantera de la empresa creada por antiguos labrantes, Mecohersan, que ofrece un recorrido didáctico sobre el proceso de extracción y labrado, y cercan se halla la cantera más importante, hoy cerrada. En el Lomo de Tomás León existe una explotación industrial de cantería con maquinaria moderna que produce otra textura.