Los pozos del Puente del Barranco de Arucas, del Llano de las Brujas (Montaña Blanca), del Puente de Tenoya y de la Vuelta del Francés fueron utilizados a partir de 1936, y durante un período de tiempo desconocido, para ejecutar a los opositores al bando nacional y hacer desaparecer sus cuerpos, tras el levantamiento del 18 de julio de 1936 en contra de la II República, que desembocó en la Guerra Civil española (1936-1939).

El Pozo del Puente del Barranco de Arucas, localizado a unos 225 metros sobre el nivel del mar, en el cauce del Barranco de Arucas, se nutría del agua procedente de las filtraciones de riegos de cultivos aledaños, así como del propio cauce del barranco, cuenta con una boca de tres metros de diámetro y una profundidad no superior a los 100 metros. Según la información disponible se trata de un pozo que debió construirse con anterioridad a 1924 y que ya en el año 1937 se encontraba seco.

El Pozo del Llano de las Brujas, localizado en las cercanías del denominado Llano de las Brujas, en Montaña Blanca, a unos 185 metros sobre el nivel del mar, se corresponde con un pozo de planta circular con un diámetro de boca de entre tres y cuatro metros y una profundidad que no excede los 90 metros. Puede fecharse su construcción en un momento anterior a 1924, estando abandonado en la actualidad y sellado el brocal por una losa de hormigón.

El Pozo del Puente del Barranco de Tenoya se localiza en el mismo cauce del Barranco de Tenoya, en las cercanías del puente del mismo nombre, a unos 130 metros sobre el nivel del mar. Como en los casos anteriores, se trata de un pozo con una profundidad no superior a los 100 metros, cuya construcción debe remontarse a fechas previas a 1924.

El Pozo de la Vuelta del Francés está ubicado en las proximidades del Barranquillo de la Calva a unos 385 metros sobre el nivel del mar. Al igual que los anteriores se trata de una obra de captación que, a juzgar por la información disponible, ya se encontraba construido en el año 1933.