En la zona alta de esta comarca de Mogán, en la vertiente del barranco de Arguineguín, se localiza la singular estación rupestre de Majada Alta. Constituye un yacimiento único por las técnicas empleadas para la ejecución de las representaciones pictóricas, así como por los motivos figurativos que integran el enclave patrimonial.
Es una cueva de pequeñas dimensiones, de 6 metros cuadrados, en la que se representaron un total de 16 pictogramas antropomorfos muy esquematizados, pintados con almagre. Estas pinturas se encuentran realizadas sobre una piedra en el fondo de la cueva, donde se sitúa el conjunto mayor, así como en el techo de la misma. Se trata, además, del primer yacimiento que fue objeto de cerramiento en Gran Canaria a fin de garantizar su protección.
Las representaciones humanas son, en cierta medida, similares a las constatadas en los grabados rupestres, si bien no dejan de mostrar algunas diferencias que las singularizan. En algunos casos estas figuraciones aparecen claramente sexuadas, mientras que en otras el esquematismo es tal que tan solo se insinúan mediante un único trazo las piernas.
En las inmediaciones de la cueva de Majada Alta, muy posiblemente, formando parte del mismo conjunto, se localizan diversas construcciones de piedra seca. Entre ellas cabe destacar la presencia de varios túmulos de enterramiento, algunos de importantes proporciones, normalmente definidos por una cista cubierta de piedras y rodeado por uno o varios anillos. Además, ha de señalarse la presencia de edificaciones a las que, en principio, cabe atribuir una funcionalidad doméstica.