El denominado Molino del Conde se encuentra situado en la calle del Roque del barrio de Los Llanos de San Gregorio, en el municipio de Telde, lugar históricamente conocido como Arnao en alusión a uno de sus primeros propietarios, Antonio de Arnao.
El Molino de El Roque participa junto a la Noria de Jinámar (BIC) de las innovaciones tecnológicas de la 2ª Revolución Industrial, que en materia de mecánica hidráulica introduce su promotor Agustín del Castillo y Bethencourt en Gran Canaria y Canarias a mediados del siglo XIX.
Desde hace siglos este enclave fue escogido por el Heredamiento de Aguas de Telde para instalar la segunda caja de agua de las siete que distribuían el riego a los distintos cultivos. A esta cantonera, llamada Arnao, llegaban las aguas del Barranco Real. Al llegar el agua a la casilla de Arnao, una pequeña porción salía por una hendidura realizada en la cantonera, rebosando a un depósito de forma rectangular, que tiene un agujero lateral circular, en el que se incrustó un dado de bronce a principios del siglo XIX, dando origen a las Aguas del Chorro del pueblo de Telde y de las que se abastecía la población. El resto, la mayor parte, era vertida a una acequia de 37 por 1,33 centímetros que pasa a otra casilla y cantonera perteneciente al Molino del Conde y cruza subterráneamente la calle del mismo nombre, para formar un salto de agua 3,95 metros que movía una rueda hidráulica vertical o aceña dentro del citado molino. El agua que caía en el canal del ingenio hidráulico salía por una acequia de mampostería de 1,80 por 2,00 metros, siguiendo su curso hacia la siguiente caja de distribución.