El Molino Quemado de Mogán está ubicado en la carretera general, a pocos metros del casco principal de la población, en dirección a Playa de Mogán. Es, probablemente, el molino de viento de mayor dimensión de los construidos en Gran Canaria, y está incoado como Bien de Interés Cultural.

Fue construido a mediados del siglo XIX por José Antonio Marrero, padre del latifundista Marcelino Marrero, Virrey de Mogán, quien lo heredó. Se le conoce popularmente como el Molino Quemado porque entre finales del XIX y principios del XX, fue incendiado y destruida por completo su maquinaria, en una acción de venganza llevada a cabo por un vecino de La Aldea, Pedro Luisa, hecho que aún se mantiene vivo en la tradición oral.

En este valle llegaron a moler, en épocas distintas, cuatro molinos de viento de modelos distintos. Este es de modelo de torre troncocónica fija, en dos plantas, con su techumbre y sistema de captación-trasmisión móvil a través de la acción manual con una gran pértiga incrustada en su caperuza.

En 1998 fue rehabilitado con un ligero aumento de la altura y la instalación de una maquinaria nueva (el incendio destrozó en su momento todo el artilugio). Pero se instaló un mecanismo de molienda diferente al original, según el modelo de Lanzarote, cuyo rotor, coronas y demás mecanismos, incluida la caperuza, pivotan conjuntamente por acción manual hacia la dirección del viento. El molino es visitable y, en ocasiones, muele.