Los molinos accionados por la fuerza del agua se concentran en los principales cauces de la red hidrográfica de donde recibían la fuerza del agua necesaria para la puesta en funcionamiento de los rodeznos o ruedas que hacían girar todo el mecanismo. Su historia está directamente vinculada a la de los Heredamientos, instituciones creadas a raíz del reparto de tierras tras la Conquista y dedicadas a la gestión y canalización de las aguas. Será a partir de la segunda mitad del Ochocientos cuando se generalice su construcción, extendiéndose por la vertiente Norte, Poniente y Centro de la isla.

Una de las principales riquezas del municipio de Valleseco son los recursos hídricos, construyéndose para su aprovechamiento diferentes acequias que transportaban el agua desde las galerías, cantoneras, pilares y fuentes. Entre las acequias más importantes que todavía se conservan se encuentran las de la Cumbre, la Acequia de Crespo o la Acequia Honda. A lo largo de esta última se distribuyeron varios molinos de agua pertenecientes a la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, de los que quedan vestigios materiales.

El molino de Valsendero, junto con los del Molinete y el Molino de Abajo se insertan en la Ruta del Agua, elaborada por el consistorio de este municipio de medianías, con el fin de potenciar la relevancia histórica industrial de este tipo de bienes patrimoniales.

Los comienzos del Molino de la localidad de Valsendero se remontan a 1874, fecha en la que Bartolomé Rodríguez Rodríguez solicita el uso de las aguas de la Heredad de Arucas y Firgas para accionar la rueda del molino de gofio. Conocido como Molino Grande o Molino de Huerta Grande, permanece inactivo desde los años setenta. De la primitiva industria conserva el cubo de 12 metros de altura, la casa del molinero y la sala de molienda, si bien la maquinaria ha desaparecido.

En el barrio del Caserón, encontramos el Molino del Molinete, que se movía gracias a las aguas que bajaban por la Acequia Honda, recogidas del Barranco de la Virgen. En 1894, Manuel Rodríguez García adquiere la propiedad a su anterior dueño, Manuel Sarmiento. Desde esta fecha hasta 1929 tienen lugar varias series de compraventas por mitades y tercios entre los hijos o herederos de los anteriores propietarios, hasta que en ese año Vicente Martín vende a Vicente Guerra Cárdenes y su esposa Dolores Falcón, heredándolo después sus hijos. Dejó de funcionar hace varias décadas. El Ayuntamiento ha restaurado el edificio y recuperado la maquinaria original.

Próximo al del Molinete se sitúa el Molino de Abajo, el último de Valleseco. Molino doble instalado a fines del XIX por Antonio Pulido Segura, permaneció en manos de la familia Pulido hasta 1941 tras ser adquirido por Pantaleón Rodríguez. Posteriormente, éste lo vende a los dueños del Molino del Molinete, Vicente Guerra y Lola Falcón. La actividad fue clausurada hace varios años. De la instalación industrial se ha mantenido el cubo y la acequia anexa.