El Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea fue Premio Canarias 2003, en la modalidad de Cultura Popular, entre otras distinciones estatales e internacionales. El Proyecto, previa concertación, ofrece a grupos organizados la ruta del tomate desde una perspectiva didáctica, que comienza en un viejo almacén-museo y luego se complementa con la visita a otras instalaciones modernas en cultivos y almacenes.
Estas instalaciones son el Museo Vivo de La Gañanía y finca anexa, donde se exponen aspectos diversos de la ganadería y agricultura tradicional, así como de la vivienda y vestimenta tradicional; la Escuela en el Recuerdo, donde se reconstruye dentro de una interesante vivienda antigua una escuela pública de la década de 1940 a 1950; y la Tienda de Juan Déniz, una reproducción fiel de una antigua tienda de aceite y vinagre de Tasarte. En cada uno de estos puntos las explicaciones las dan la gente mayor del lugar, protagonista de cada actividad económica tradicional.
A principios de la década de 1990 toma cuerpo el proyecto y se vincula al Centro de Adultos de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, con un trabajo que se venía realizando en la escuela desde finales de los años setenta, con la música folclórica y a cargo de los profesores Lidia Sánchez y José Pedro Suárez. Luego extendieron a las personas de edad con la fundación de la Agrupación Folclórica-Etnográfica de La Aldea (1986).
A partir de 1991 el grupo comenzó a generar una gran producción, como la recuperación del Rancho de Ánimas, las Jornadas Regionales del Folklore, los Encuentros de Música Canario Americana, la participación en eventos dentro y fuera de las Islas y la publicación de discos y libros de investigación musical, etnográfica y didáctica. También destacan los trabajos de la escenificación del Ciclo del Año (1995), el Museo Vivo o Aula Etnográfica de la Gañanía, el Carnaval Tradicional (1995), el Auto de Reyes Magos (2003), el Museo de La Escuela, el Museo del Almacén y la Tienda de Juan Déniz (2005), así como celebraciones festivas tradicionales y otras actividades con participantes de todas las edades, que lo han convertido en un referente en cuanto a metodología y producción en el campo del folclore, cultura oral y museos vivos.