Musa, El Implorante o La Llorona son los nombres con los que se conoce a la escultura de bulto redondo que forma parte del Sepulcro del Poeta Tomás Morales situado en el Cementerio de Las Palmas o de Vegueta y que es obra del escultor palentino Victorio Macho (1887-1966).

 

Esta escultura funeraria realizada en piedra de granito presenta la imagen de una figura fantasmagórica sin rostro. Su cuerpo y su cabeza están cubiertas por un manto a modo de sudario. Con la mano derecha se enjuga las lágrimas, mientras que en la izquierda porta una lira sin cuerdas, de grandes dimensiones, que hace referencia al silencio del dolor ante la muerte del poeta. Esta figura estilizada se caracteriza por su simplicidad, sobriedad y esquematismo. Su propuesta plástica es innovadora y se aleja de la tradición académica del monumentalismo fúnebre imperante en la época. En 1922 realizó un boceto en escayola de esta obra para posteriormente proceder a su realización definitiva en piedra de granito. En 1923 se expone en la Exposición de Artistas Ibéricos y fue la última escultura realizada por este artista para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Victorio Macho, pese a formarse como escultor en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, formó parte del grupo de escultores que a principios del siglo XX buscaban renovar la escultura frente al academicismo imperante en el gusto de la época. Se hizo eco de las aportaciones expresionistas y postcubistas a las que sumó un cierto gusto por lo grecorromano y se le considera como uno de los precursores de la escultura contemporánea española. Macho participó activamente de la vida cultural del Madrid del primer tercio de siglo y entabló amistad con dos personajes ilustres de las letras canarias, el escritor Benito Pérez Galdós y el poeta modernista Tomás Morales. Conoció a Tomás Morales cuando el poeta estudiaba en la Facultad de Medicina en Madrid y estuvo presente en la presentación de su poemario Las Rosas de Hércules en el Ateneo madrileño, en 1920. Tomás Morales fue quien recomendó a la Junta de la Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria que le encargasen el monumento a la figura de Pérez Galdós que se colocó en la zona del Martillo del Muelle de la Luz, pero que hoy se ubica en la Casa Museo Pérez Galdós por problemas de conservación.

Esta escultura funeraria forma parte del conjunto de mausoleos y obras escultóricas presentes en el interior del Cementerio de Las Palmas o de Vegueta, que fue declarado Bien de Interés Cultural en categoría de Monumento en 2010, por ser unos de los conjuntos patrimoniales de carácter funerario más importantes de Canarias. Además de la obra de Victorio Macho podemos encontrar en su interior mausoleos diseñados por Manuel Ponce de León al igual que el pórtico de acceso al recinto o el monumento enviado por el Gobierno italiano en memoria de las víctimas del accidente marítimo que tuvo lugar cerca de la costa en 1888, obra el escultor genovés Paolo Triscornia di Fernandino.

 

 Ver  Cementerio de  Las Palmas o Vegueta.