El Tríptico flamenco La Adoración de los Pastores, ubicado en la iglesia de San Juan Bautista de Telde, es una pieza formada por tres tablas policromadas al óleo en la que las tablas laterales son abatibles y se cierran sobre la tabla principal. Este sencillo esquema tripartito se completa con un remate semicircular en mitad de la tabla central. Esta pieza procedente de Lieja se fecha alrededor de 1535. Recientes estudios afirman que su autor fue Lambert Lombard, pintor flamenco de sólida formación humanista y muy influido por la escultura clásica.

El tríptico fue legado a la Iglesia de San Juan Bautista por su mayordomo y benefactor, Don Cristóbal García del Castillo, fundador de Telde y Capitán de la Real Hermandad de Caballeros a quien se le encargó repoblar la isla para la Corona. Fue propietario de una vasta hacienda donde estaba el ingenio azucarero de Las Longueras en la vega de Telde. Encargó en la ciudad de Lieja esta obra de gran calidad artística con el fin de perpetuar su linaje de cara a futuras generaciones y para destinarlo al Altar Mayor de la Iglesia, que fundó en Telde con el fin de ser enterrado en ella.

La presencia de obras procedentes del norte de Europa en las islas se debe a las intensas relaciones comerciales establecidas gracias a la exportación del llamado “azúcar canario” que se producía en el archipiélago tras la conquista. En esta etapa se concedió prioridad al cultivo de la caña de azúcar en las primeras datas o repartimientos de tierras y aguas, y fue tal la expansión del cultivo y la comercialización de este producto que las islas tendrían el sobrenombre de “islas del azúcar” en los circuitos mercantiles internacionales. En consecuencia, aparece una elite o grupo social dominante: los propietarios de extensas plantaciones de cañaverales con sus correspondientes ingenios azucareros.

Se importaron productos manufacturados, objetos litúrgicos, devocionales y suntuarios destinados a los templos y las capillas privadas que se fueron construyendo en territorio insular a raíz de su anexión a la Corona de Castilla. Así se explica la presencia de piezas como “Retablo de la Vida de la Virgen e Infancia de Cristo” en esta misma Iglesia, el “ Retablo de María Fernández Calva”, del que sólo quedan cinco altorrelieves conservados en la Iglesia de San Juan de Valsequillo, o el “Retablo de Antón Cerezo” en Agaete.

Los temas desarrollados en esta obra pictórica son “La Adoración de los Pastores” en la Tabla central, “La Adoración de los Reyes” en la tabla lateral derecha y “La Anunciación” en la izquierda. Las tablas laterales pueden cerrarse sobre la tabla principal y también están policromadas con temática religiosa. Así el reverso del ala derecha presenta la figura de San Cristóbal y el del ala izquierda a Santiago el Mayor, aunque en el pasado se consideraba que era un retrato del propio donante.

La presencia de San Cristóbal está vinculada al donante y benefactor de la obra, pero no podemos olvidar que es su figura está muy presente en el repertorio devocional de las islas desde principios del siglo XVI. Desde un punto de vista estilístico, este bien mueble está muy condicionado por la estética renacentista del primer tercio del siglo XVI. La composición del tríptico delata la vocación del pintor por la arqueología estudiada en los grabados. Destaca la mesura y monumentalidad de los personajes representados, donde domina la sensación de serenidad. Son de gran calidad los primeros planos de los protagonistas de cada una de las tablas. En las tablas principales las escenas se desarrollan en espacios arqueológicos o bien en una estancia interior, como ocurre en la tabla de “La Anunciación”, mientras que las escenas que se cuentan en los reversos de las tablas laterales transcurren al aire libre, en paisajes marcados por horizontes altos.

El rostro de la Virgen se repite con ligera variación en su movimiento en las tres tablas principales. Es muy interesante el uso de los colores planos, destacando el uso del color rojo que centra la atención del espectador o el verde en el manto de la Virgen, cuando tradicionalmente se usa el color azul.