La industria comienza su andadura en 1890 gracias a la iniciativa de José Romero Martín, natural de Agaete. El lugar elegido fue una pequeña cueva donde contaba con los artilugios básicos necesarios para la elaboración del pan. Fueron años de penurias y esfuerzos. El negocio continuó en manos de sus hijos durante un tiempo y, tras una corta interrupción, como la empresa fue asumida por su hijo Abraham Romero González y su esposa quienes la regentan desde el año 1934
Años más tarde trasladan la panadería desde la cueva primitiva a un local anexo, sustituyendo el horno de leña por uno de gasoil y mecanizando el proceso de producción con varias máquinas: una amasadora, una boleadora y una pesadora procedentes de fábricas catalanas. Ya en los años 80 sus hijos la transformaron en Abraham Romero González Sociedad Limitada. En la actualidad siguen al frente del negocio la cuarta generación de industriales, de la mano del joven Nikeas Romero. De la tahona original conservan una báscula de bolas y una balanza, así como la mesa de trabajo antigua.
La única panadería de Artenara ha mantenido desde entonces la tradición artesanal, pero adaptada a los tiempos modernos. Entre los productos más demandados se encuentran el pan normal, el pan de millo, el pan de papas y el bizcochado, entre otros.
Dispone, incluso de una página web donde da a conocer su historia, la oferta comercial, noticias de actualidad de la empresa y datos de contacto.