La confraternidad de Mareantes sufragó la decoración del Presbiterio de la Ermita de San Telmo, forrándolo con paneles decorativos realizados en madera. Estos paneles se policromaron al óleo imitando un adamasquinado de estilo cordobés.
Se cree que fueron realizados por el maestro dorador y policromador Agustín Rodríguez, ya que el mismo año también policromó el arco toral de la Ermita. En el interior de esta Ermita se conserva un enorme e interesante patrimonio artístico y religioso, pero no toda la obra artística se creó para esta Ermita, puesto que con el paso del tiempo se fue enriqueciendo con piezas procedentes de la desaparecida Iglesia del Convento de las monjas bernardas de la Concepción y de las Ermitas de San Sebastián y Nuestra Señora de las Angustias. El 20 de agosto de 1849 se crea la nueva Parroquia de San Bernardo, pero no es hasta 1868 cuando se instala en esta Ermita de San Telmo. Provisionalmente estuvo asentada en la Iglesia de San Francisco de Asís.