En la isla de Gran Canaria se conservan un total de 21 órganos históricos que son un claro reflejo del inmenso patrimonio musical e instrumental que ha generado la Iglesia a lo largo de quinientos años.
La particular situación geográfica de las Islas Canarias, en el centro de las grandes rutas comerciales atlánticas, se tradujo en importantes influencias externas que afectaron, no sólo al patrimonio artístico, sino también al patrimonio musical. Los principales mecenas de los siglos XVII y XVIII traerán instrumentos del norte de Europa y también de la Península. Existen órganos dieciochescos alemanes como el de la Ermita de San Telmo o el de Valleseco pero el de Guía tiene la peculiaridad de ser el único órgano de estilo italiano que perdura en Gran Canaria.
El órgano de la Iglesia de Santiago de los Caballeros de Gáldar es de 1912 y fue construido por la Casa Walcker, uno de los talleres alemanes más innovadores de su época. Esta empresa realizó órganos para los templos e iglesias más importantes de Europa.
Con el paso del tiempo estas piezas se han convertido en documentos representativos del espíritu de progreso y del cambio estilístico que significó el paso de la música barroca hacia la música romántica sinfónica.
Desde el punto de vista técnico, el fundador de la Casa Walcker, E.F.Walcker, descubrió las ventajas de los secretos a pistón y lo mejoró hasta poder elaborarlos en serie. Posteriormente, sus hijos perfeccionaron los mandos neumáticos para aportar un tacto más ligero al organista. Con el paso del tiempo este tipo de instrumentos han sufrido modificaciones importantes, así como un abandono que explica la necesidad de su recuperación a través de las labores de restauración.