El Barranco de Guayadeque, en la frontera entre Ingenio y Agüimes y protegido en su curso medio y alto como Monumento Natural, conserva unos 154 bienes etnográficos catalogados, a los que se suman los valores arqueológicos del hábitat troglodita que constituye uno de los ejemplos de asentamiento en cuevas mejor conservado de Gran Canaria.
Galerías, minas y molinos de agua ya abandonados, se suman a este patrimonio en el que se cuentan 60 fuentes y manantiales, que aportaban casi toda el agua para los cultivos de caña dulce, ingenios y molinos de agua sobre el que se estructuró una peculiar infraestructura hidráulica, gestionada por la Mancomunidad de Aguas de Ingenio-Agüimes.
El Barranco de Guayadeque presenta un perfil transversal en “V” y ocupa un espacio de 20 kilómetros cuadrados, con una longitud de 16 kilómetros. La protección como Monumento Natural afecta a una superficie de 725 hectáreas.
Sus fuentes y manantiales aportaban casi toda el agua para los cultivos, los molinos del Señorío Episcopal y, ya en época posterior, los cultivos alternativos de las tierras desvinculadas de Ingenio y Agüimes. Como consecuencia, hoy nos encontramos con una peculiar infraestructura hidráulica gestionada por la Mancomunidad de Aguas de Ingenio-Agüimes e integrada, a su vez, por la Heredad de la Acequia Real de Aguatona (Ingenio), la Heredad de Santa María y la Heredad de Los Parrales (Agüimes).
Sus aguas hoy se captan del subsuelo a través de dos profundas galerías y de una mina de agua en su curso medio. La galería de abajo o de Cuevas Muchas, de 2 kilómetros de profundidad, lleva una campana de ventilación, que representa una solución técnica única en Canarias para este tipo de obra hidráulica.