El Barranco de Guayadeque, situado entre los municipios de Agüimes e Ingenio, se inicia en la Caldera de los Marteles, a unos 1.500 msnm, y discurre hacia el este. Se trata -sin duda- de uno de los lugares de Gran Canaria con más importancia a nivel patrimonial, no solo destacan sus valores naturales y paisajísticos, sino los arqueológicos y etnográficos.
Guayadeque es un topónimo prehispánico que podría traducirse como “espíritu tranquilo” o “reserva de la tranquilidad”, según propone Ignacio Reyes. Una denominación que refleja muchos de los elementos que hacen tan singular a este paisaje cultural. En pocos lugares se concentran una diversidad tal de valores naturales y culturales, convirtiéndolo en un hito territorial de primera magnitud.
Lo más característico de su paisaje son las terrazas de cultivo que rodean el barranco. En sus laderas, llenas de almendros e higueras, se esconde también un tesoro: multitud de cuevas que sirvieron a los antiguos canarios para almacenar comida y útiles, para vivir y enterrar a sus muertos. Destacan los yacimientos de Cuevas Muchas, Rincón del Canario, Risco del Negro y Rincón de la Sierra. Espacios arqueológicos que han proporcionado gran parte de la actual colección arqueológica permanente del el Museo Canari, con restos momificados, objetos en fibra vegetal, herramientas líticas y óseas, útiles de piel o cerámicas.
Como muestra de paisaje troglodita sobresale el barrio de Cueva Bermeja, ubicado cerca de la carretera que discurre por el cauce del barranco. El nombre le viene dado por la coloración rojiza de la piedra, donde los canarios actuales tienen sus casa, tal y como -probablemente- tuvieron sus ancestros. Sin embargo, es difícil saber cómo, y desde cuándo, se utilizan estas cuevas, debido a las transformaciones que han sufrido a lo largo de los años.
De la misma manera que pasa con el Bentayga, es mucho lo que hay que decir sobre este espectacular enclave, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y Monumento Natural -incluido, además, en la Red Europea de Paisajes Naturales, como Paisaje Troglodita-. Sin embargo, lo mejor es que lo veas y disfrutes por ti mismo.