La Vela Latina Canaria es un deporte tradicional que solo se practica, con características propias y distintas del resto de las islas, en la bahía de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Su origen data del final del siglo XIX o principios del XX. Se diferencia de la vela ligera en que el recorrido siempre es el mismo, se navega contra el viento, es decir, en ceñida, con regatas de sur a norte, dadas las condiciones meteorológicas existentes.
La tripulación es un equipo individual con funciones y responsabilidades que, coordinadamente, debe sacar el mejor partido a su embarcación, manteniéndola plana, estable y con velocidad. El aparejo utilizado en las embarcaciones es de origen latino, lo que explica el nombre del deporte, con características propias y diferenciales. Las velas son muy grandes en relación con la embarcación y esto obliga a los tripulantes a un esfuerzo continuo. Las regatas suelen ser los fines de semana, entre marzo y octubre, saliendo de la Marfea, en la zona del túnel de La Laja, hasta las inmediaciones del Muelle Deportivo, dentro del Puerto de La Luz y Las Palmas.
Las tres modalidades de competición son el Campeonato Provincial, regatas en las que se compite bote contra bote –pegas-; el Torneo Eliminatorio, en el que quedan fuera de la competición los últimos botes de cada regata hasta que solo quedan tres, que disputan la final; y los Concursos, competición por tiempos, todos contra todos, donde las embarcaciones deben completar el circuito que marcan las balizas del campo de regatas, de tal manera que los puntos logrados en cada jornada sumarán para erigir al vencedor al final de la temporada.
El desarrollo y la práctica de la Vela Latina Canaria están vinculados a un importante patrimonio intangible asociado a técnicas y conocimientos de navegación y al que se añaden las actividades asociadas a la práctica del deporte, como la desarrollada por los carpinteros de ribera, con una amplia trayectoria y presencia en la costa de la isla, en especial en la zona del antiguo Puerto de Las Palmas.
Los antecedentes de la vela latina sitúan su origen en la cuenca mediterránea. En Canarias su uso estuvo asociado a la práctica de la pesca. En Gran Canaria se adquiere un modelo diferencial y propio, derivado de la presencia británica en la isla y su relación con la intensa actividad comercial del entorno portuario de la ciudad y en especial con la figura del "cambullón" como intermediario entre tierra y las embarcaciones fondeadas en la bahía.
Declarada como Patrimonio Inmaterial, la Vela Latina es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2016 por sus valores culturales y patrimoniales, sobre todo en Gran Canaria. El Día Internacional de los Monumentos y Sitios fue propuesto por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) el 18 de abril de 1982 y aprobado por la Asamblea General de la UNESCO en 1983. Su fin es crear conciencia sobre la diversidad del patrimonio cultural de la humanidad, de su vulnerabilidad y de los esfuerzos que se requieren para su protección y conservación. Este día se conmemora con diferentes tipos de actividades, a nivel mundial, atendiendo a la temática elegida. El ICOMOS propuso para el 2016, visibilizar el Patrimonio del Deporte.