El solar del convento de las Bernardas Descalzas de San Ildefonso, que se derribó en 1868, fue dividido por el Obispado en 1888 en ocho parcelas. Tres de las antiguas viviendas forman hoy el Museo Canario, gracias a Gregorio Chil y Naranjo, quien donó su casa. La que ocupa el número 27 fue proyectada por el maestro Francisco de la Torre, mientras que la número 25 (en la esquina con Doctor Verneau) lo fue por Laureano Arroyo Velasco, a la vez que reformaba la primera en 1890. Ya para museo, el conjunto fue rehabilitado por Fernando Navarro Navarro en 1914.
Por la calle Doctor Verneau se accede, a través de un vestíbulo, a la escalera principal del edificio y la hemeroteca. Hay otros accesos y escaleras derivados de la situación original de las casas. Un gran patio rectangular, antes en medianera, está hoy centrado con columnas de hierro fundido y una gran linterna que lo cubre. La casa a la calle Doctor Chil responde al tipo de "casa principal", con patio en segunda crujía.
Los tres edificios se diferencian por el tipo de huecos en alzado: adintelados a la calle Doctor Verneau y con arco de medio punto hacia Doctor Chil. Estos últimos con frontones curvos, mientras en los anteriores muestran cornisas sobre ménsula y remate curvo. El cuerpo del chaflán, de tres huecos, tiene almohadillado y paramentos laterales a modo de platabandas. Los dos edificios principales tienen una potente cornisa, acodada en el chaflán, y se rematan por un pretil y balaustres.