Las salinas de Bufadero datan del siglo XVII y forman parte de un conjunto de seis salinas ubicadas en este litoral, siendo las que más han perdurado por su ubicación y morfología.
Están sobre una amplia y escalonada plataforma lávica de fonolitas que da a un cantil. En este tipo de salinas primitivas se produce un doble sistema cristalizador, los charcos de captación en nivel inferior, o maretones (captadores-condesadores), y los cristalizadores con cordones de piedras y barro, denominados maretas. Los maretones están muy cerca de la orilla para que las olas lleguen a ellos en pleamar. Aquí, además de captar el agua, se va saturando. Ya más condensada, el agua se trasladaba a hombros desde los maretones hasta la mareta, donde se produce la cristalización.
Las salinas sobre roca constituyen un endemismo etnográfico por su primaria tecnología y modelo de asentamiento. Son un valioso ejemplo de una actividad económica tradicional muy antigua, con estructuras inalteradas hasta hace poco tiempo, por lo que están catalogadas como Bien de Interés Cultural.